sábado, 19 de junio de 2010

Comunión y unidad entre los músicos

"..¿Seríamos capaces de contar en cada culto lo mal que nos comportamos durante el día? ¿Lo liviano y lo negligente que habremos sido? Pues estoy seguro de que no lo haríamos porque nos amamos a nosotros mismo un montón. Creo que jamás nadie se expondría a tal "auto-vituperio". A no se que se vea quebrantado por el Espíritu Santo en cada culto. Bueno, de la misma manera con la que trato a mi persona, debo tratar a mi semejante.
A menudo nos encontramos con personas que se olvidan de que Dios los amó, con todas las manías habidas y por haber en sus vidas, y tratan al pobre y débil cristiano nominal, como si este no fuera digno de la sangre que nos limpia de todo pecado. La sangre preciosa de Jesús.
Y estas cosas acontecen en todas partes y a muchos; aunque no fueren músicos, pero si anhelamos ser eficientes y excelentes en el ministerio musical, debemos erradicar cada día, aquellas cosas que interrumpen la comunión y la unidad entre los músicos. El salmo 133, nos lo dice muy bien a todos.."
Pastor Manuel Romero (El músico santo)

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