domingo, 20 de mayo de 2012

El caminar por fe

Quiero destacar con el mayor énfasis y cristalinidad posible, la esencia misma de este principio fundamental, que como familia espiritual hemos abrazado, y que de alguna forma nos distingue de otras: “La vida de Fe”. Al cual también podríamos llamar: “El caminar por fe” o “La dependencia de Dios”.
Cuando decimos: “La visión de Fe de esta familia”, nos estamos refiriendo a esa actitud desmesurada, propia del hombre o la mujer de Fe, que le lleva a creer que su Dios, ese Dios que le llamó y le guió, le va a sustentar, va a proveer todo lo necesario, va a aparejar todo su camino, y abrir el mar o hacer salir agua de la roca si hiciera falta, pero nunca, nunca, lo va a abandonar.
Ese Dios estará presente como una fuente cercana e inagotable de recursos, para que pueda concretar lo que El, le pidió que haga
Y con esa Fe ese hombre o mujer se mueve. No se queda en la retórica, se pone en marcha, sale a los campos de labor, confía que Dios suplirá todo, toma decisiones arriesgadas: “..Deja a su barca y a su padre Zebedeo..”, deja el “..banco de los tributos públicos..”, deja su empleo, su fábrica, su familia, y se lanza, se pone en las manos de Dios, porque le cree.
El que abrazó este camino, no cree en los límites humanos. Si tiene que ir a otro país, Dios proveerá para los papeles, Dios allanará el camino. Ve como absolutamente superior el dicho del Señor, a todo supuesto obstáculo humano, legal o económico.
Cuan está realizando el trabajo, no decae su fe, sigue creyendo, espera milagros, confía en el Dios de lo imposible. Anima a otros a creer, a consagrarse, a dejar todo. Lo cree para su vida, para su familia, para sus hijos, para sus creyentes y para sus discípulos.
Pastor Roberto Sórensen

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