viernes, 23 de marzo de 2012

La ciencia de esperar en Dios

La primer gran disciplina que el cristiano debe enfrentar es la paciencia. La paz de saber que Dios no me ha abandonado. La ciencia de la paz. El salmo 40:1 nos brinda un panorama de lo que es tener paciencia y nos dice: “..Pacientemente espere a Jehová, Y se inclinó a mi, y oyó mi clamor. Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso..”
Algunos dicen que el autor de este Salmo el es profeta Jeremías, y que lo escribió luego de la terrible experiencia de estar hundido en el barro hasta la cintura dentro de una cisterna a causa de sus enemigos. Sino lo hubiera sacado de allí aquel amigo etíope no hubiera sobrevivido, hubiera muerto.
Esto una figura también de nuestra salvación. Estábamos en el “pozo de la desesperación”, en la amargura del pecado, pero nuestro gran amigo Cristo extendió su mano y nos sacó “..del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; Puso mis pies sobre peña y enderezó mis pasos..” La disciplina de la paciencia, es "La ciencia de saber esperar en Dios en medio de las pruebas”
¿Quiere saber un poco más sobre paciencia? Mire su Biblia en Hebreos 6:11 "..Pero deseamos que cada uno de vosotros muestra la misma solicitud hasta el fin, para plena certeza de la esperanza, a fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas.." Fe y paciencia están sumamente relacionadas. La paciencia es el ejercicio de la fe en las luchas y batallas de la vida.
Paciencia significa “Paz inteligente”, y es el fruto espiritual de una persona que está segura que Dios a su tiempo vendrá y le ayudará.
La paciencia que Hebreos nos impone es una disciplina que al presente no es causa de alegría, pero luego va a dar fruto apacible de justicia. Y el escritor de este libro nos habla del ejemplo de Abraham.
Abraham sí que tuvo paciencia, ¿Cuánto tiempo que tuvo que esperar? ¿Sabe cuánto tiempo esperó? Veinticinco años esperó el cumplimiento de la promesa que Dios le dió sobre que iba a ser "Padre de naciones", no solo de los judíos sino de todos los que estamos aquí.
Por la fe somos descendientes de Abraham. Pero él tuvo que esperar veinticinco largos años. Setenta y cinco años tenía cuando Dios lo sacó de Ur de los caldeos, y casi cumplía los cien años cuando nació Isaac. Usted dirá: ¿Voy a tener que esperar tanto? Dios sabe cuánta paciencia usted o yo podemos tener, pero esta es una disciplina.
Por eso le digo: El ejercicio de la paciencia es una disciplina de parte de Dios, y si usted la ejercita con la ayuda del Espíritu Santo, va a dar frutos para Dios que de ninguna otra manera habría en su vida.
Pastor Orlando García (La bendición de la disciplina)

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