martes, 26 de octubre de 2010

Buscando la guía de Dios

Dios conoce mi pasado, conoce mi presente y también conoce mi futuro. Dios sabe donde “quepo” yo, él sabe para que soy bueno y en que puedo ser útil. Hermano, es posible que nosotros en nuestra vanidad y deseos personales queremos una cosa y no servimos para eso, pero Dios sabe para que servimos, y no hay mejor cosa que descubrirlo. Dijo Saulo de Tarso: «..Señor, ¿qué quieres que yo haga?..» No es lo que queremos nosotros sino lo que quiere el Señor.
La primer cosa que tenemos que hacer si queremos un cambio, es consultar a Dios, y esa consulta no es a la ligera. Mientras mas grande sea el paso que usted va a dar, mas tiempo tome con Dios.
Es cierto que en algunas ocasiones no podemos estar orando una semana. Recuerdo que en uno de mis viajes sirviendo al Señor me encontraba en una carretera bien desierta y teníamos que ir a otra ciudad. Estábamos sin dinero y con las maletas en la calle. Eramos dos personas, y no venía nadie, pero oramos al Señor, y confesamos en fe: “..Señor, si en cinco minutos tú no nos provees un auto que nos lleve, estás queriendo decir que nos quedemos..” y antes de los cinco minutos apareció alguien en esa carretera desierta y nos llevó. Tenemos que depender del Señor en todo.
David consultó al Señor porque quería andar en el Espíritu. ¿Cómo quiere andar usted? ¿En la carne o en el Espíritu? David le preguntó al Señor y le dijo: «...¿Subiré a algunas de las ciudades de Judá?...» y Dios le respondió diciendo: «...Sube...» pero David volvió a preguntar: «...¿A dónde subiré?...» Hermano, ¡Dios es específico! y vuelvo con el ejemplo del casamiento: ¿Me casaré algún día? ¿Con quién me casaré? ¿Me voy a quedar viudo toda la vida? Si quiere complicarse la vida vaya nomás y haga como le parece, pero si quiere servir a Dios y obtener su bendición tiene que esperar en el Señor.
Ahora, aplique esto a otras cosas: "..¿Haré esto? ¿Dónde lo haré? ¿Hay un lugar específico en donde lo voy a hacer?.." Cuando uno busca la guía del Señor él nos guía. En cambio, si usted ya está decidido por una cosa ¡No ore!, porque no está buscando la guía de Dios, sino que está buscando que Dios apruebe lo que hay en su corazón.
Querido consiervo, es mejor dejar el corazón en blanco. Si usted no está seguro, si no tiene paz, si no hay alegría, no se mueva. Personalmente creo que hay dos sentimientos que indican la voluntad de Dios: Paz y alegría. Si usted tiene una invitación y no sabe que hacer, ore a Dios con todo su corazón, y si tiene paz, ¡Adelante!, si tiene alegría, ¡Adelante! pero si pierde la paz y no tiene alegría no se mueva.
Pastor Hugo Contreras (Formados para obedecer)

No hay comentarios:

Publicar un comentario