
Su espera debe ser activa en Dios. Su espera debe ser apretando adelante en Dios. No con la complacencia de la indolencia. Más con desesperación de marcha. Debe esperar con ansiedad la voz de Dios. Debe esperar como aquél que está atado y sujetado, pero desesperado por soltarse para poner en marcha lo que Dios ya le comenzó a hablar en su corazón.."
Pastor Samuel Sórensen. (El triunfo del sistema de la fe)
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