sábado, 6 de abril de 2013

Una cosa es estar cansado, y otra cosa es desmayar

Pablo escribió a los Gálatas diciendo lo siguiente: “..No nos cansemos, pues, de hacer el bien; pues a su tiempo segaremos, si no desmayamos..” (Gálatas 6:9). Hermanos, una cosa es estar cansado, y otra cosa es desmayar. En esta vida, muchas veces nos sentimos cansados, sentimos que la carrera es larga.
Me han profetizado en Argentina: “..Largo camino te resta..” Yo quiero vivir largos días, pero a veces digo: “..Señor, el camino es pesado..” No se si estoy hablando por mi solo, porque muchas veces siento que necesito fuerzas, pero siempre oigo una voz que me dice: “..Nunca te des por vencido, porque mi gracia es suficiente para ti..” ¡Su gracia es suficiente hermanos!
Vivimos en un mundo inestable. Esto se ve claramente en el clima, los gobiernos, la economía y la familia. Todo en esta vida corre el riesgo de tornarse “patas para arriba” sin previo aviso. Estamos viviendo en una época en que la determinación espiritual y la constancia son más importantes que cualquier cosa material. ¿Por qué? Porque es posible tener dones y ser prósperos. Hasta podemos atraer a las personas a Cristo por medio de nuestro carisma, pero si no podemos soportar la tentación, sino podemos soportar la frustración, sino podemos soportar la soledad, sino podemos soportar el aburrimiento, sino podemos soportar la crítica injusta, sino podemos soportar ser corregidos, sino podemos soportar la falta de respeto, sino podemos soportar ser despreciados, sino podemos soportar la adversidad en nuestros planes y sueños, entonces nuestro testimonio será otro que proclama derrota, y yo no quiero ser uno de ellos. 
Yo quiero que mi testimonio proclame victoria. Hay un famoso autor que escribió estas palabras: “..Los santos son pecadores que persisten..”¡Nunca se den por vencidos! El fracaso es una situación que todos enfrentamos de vez en cuando. Tenemos que darnos cuenta que fracasar en una tarea no significa que nos demos por vencidos. ¡Hay una meta! A veces me siento débil y tropiezo pero me levanto de nuevo porque el justo se levanta siete veces, puede ser que caiga, pero se levanta de nuevo. 
Y yo no estoy hablando del pecado, porque es una cosa cuando una persona anda en pecado, pero otra cosa es cuando una persona está débil, y tropieza en su ánimo. ¡Hermanos, tenemos un vencedor a nuestro lado! ¡El nos hace más que vencedores! ¡Podemos seguir adelante! 
Hay una diferencia entre fracasar en un exámen y fracasar en el curso entero. Puede que no sea el éxito que quise ser, pero no soy el fracaso que pude haber sido. Hay cosas que deseé haberlas hecho de manera distinta, decisiones que tomé que no pueden ser cambiadas, decisiones que cambiaron el curso de mi vida y la percepción que la gente tenía de mi. Mis opciones eran claras, o me desanimaba o continuaba adelante, y yo decidí seguir adelante. He encontrado que cada empeño en la vida presentará problemas, obstáculos y contratiempos que no esperaba, de modo que ahora comienzo esperándolos, entonces no me sorprendo cuando vienen. 
Uno aprende a resolver problemas y evitar los obstáculos y absorber los contratiempos manteniéndose enfocado en la meta, y la meta es Jesucristo. Cuando comiences una viaje de fe toma en consideración los problemas inesperados, de esa manera no te desanimarás cuando aparezcan. ¡Nunca te des por vencido! 

Pastor David Barlock (Nunca te des por vencido – Hebrón 2011)

No hay comentarios:

Publicar un comentario