
Si no querés vivir arrastrándote delante de los hombres, debes poner tu vida de rodillas ante Dios. "..Humillaos pues, bajo la poderosa mano de Dios.."
Pongámonos bien cerca de Dios. Humillémonos, busquemos a Dios de todo corazón. Si nos humillamos ante Dios, El nos levantará cuando fuere tiempo. El nos exaltará. Estaremos arriba y no abajo. Estaremos adelante y no atrás.
El Señor nos prosperará y nos llevará siempre en triunfo en Cristo Jesús, porque no hay seguridad lejos de Dios. En Dios está nuestra seguridad. Por eso, fortalezcámonos en el Señor y en el poder de su fuerza.
Pastor Carlos Cabrera (Subiendo a la brecha)
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